jueves, 15 de abril de 2010

(EEME) Experiencia de las becarias del CONACYT en el extranjero

MARTÍNEZ ESPÍNOLA EDGAR ELIEZER
ABRIL 15, 2010

Experiencia de las becarias del CONACYT en el extranjero. Isabel Izquierdo.

El artículo nos da una breve descripción del programa de becas del Concejo de Ciencia y Tecnología (CONACYT), que como ahí lo menciona, este programa es el que se encarga de fomentar la formación de nuevos recursos humanos en el campo de la ciencia y la tecnología. Menciona que es notoria la ausencia de la participación de las mujeres en el campo de las ciencias exactas, cuyos puestos en el extranjero son difíciles de alcanzar, dicho por las propias mujeres, esto hasta finales de los ochenta era muy común, pero la idea de este artículo es presentar la visión de algunas de las mujeres que comenzaron por romper con este aspecto.

Mediante la experiencia de seis mujeres que realizaron sus estudios de doctorado en el extranjero, la autora nos da una visión de los aspectos sociales que las rodeaban, dentro y fuera de la familia, así como lo que tuvieron que enfrentar, desde el tomar la decisión de irse a estudiar fuera del país y dejar a su familia, hasta la discriminación por género; una de ellas menciona que el tomar esta decisión fue lo más difícil a lo que se había enfrentado. Aunque las seis realizaron dichos estudios en diferentes décadas (1970, 1980 y 1990), fueron muy similares las situaciones que vivieron; habría que hacer un comparativo con mujeres que hayan hecho estudios de doctorado en el extranjero en la década del 2000, para determinar si esta situación sigue igual o ha cambiado, y cuánto ha cambiado.

Con relación a esta información, en el artículo “Los científicos mexicanos más importantes” del sitio web http://www.de10.com.mx en el que se hace mención de los diez científicos mexicanos más importantes; en el artículo habla de dos listas, elaboradas por una, por Julieta Fierro y la otra por Estrella Burgos, donde en la primera lista, no figura el nombre de ninguna mujer y en la segunda lista sólo se mencionan a dos, me parece que ni las mismas mujeres reconocen el trabajo de las mujeres, esto puede deberse a un aspecto sociocultural pues en el libro Reflexiones matutinas de la investigación científica, de Ruy Pérez Monfort, capítulo VI “Quién hace investigación científica” habla de que por tradiciones sociales, a la mujer se le atribuye mayormente el cuidado de los hijos y que por este motivo, es difícil que ellas puedan elegir el seguir una carrera científica, puesto que hay que dedicarle prácticamente la mayor parte del tiempo o que si deciden seguirla y tener hijos, les dedicaran muy poco tiempo o prácticamente nada, pero creo que no es imposible, pues algunas de las doctoras del artículo (I. Izquierdo), tuvieron a sus hijos y siguieron trabajando sin muchos problemas.

Parece un estereotipo, un cliché, el que la mujer no tenga presencia en el campo de la ciencia, o más bien no tenga “tanta” presencia, porque considero que esto se está rompiendo, se está terminando, pues cada día más mujeres se integran a las labores de la investigación científica, que no las reconozcan como es debido, esa es otra cuestión.

Uno de los aspectos de este artículo que más llamó mi atención, fue el hecho de que cuando las protagonistas regresaron a México, no encontraban trabajo, aún con la preparación académica con la que llegaron, una de ellas menciona que iban de puerta en puerta y que tardó cinco meses en colocarse en un empleo y no con una buena remuneración; parece que en nuestro país la preparación académica es inversamente proporcional a las oportunidades laborales, y como ahí mismo se menciona, en muchas ocasiones los mexicanos que deciden hacer estudios en el extranjero, ya no regresan, esto es preocupante, pues no creo que esto sea sólo cuestión de género, pues afecta a hombres y mujeres por igual y considero que es una de las principales razones por las que mucha gente no continúa estudiando en México.

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