miércoles, 21 de abril de 2010

Lectura 9


TORRENTERA TORRENTERA YAZMIN
22 de Abril del 2010
ES DIFICIL DIVULGAR MATEMÁTICAS

Carlos Prieto de Castro
Desde primaria recuerdo que matemáticas, por alguna razón extraña, era la materia más temida de la mayoría de los niños. El primer contacto que tiene un niño con las matemáticas es aprender los números, aprender a contar, sumar, restar, multiplicar. Aparentemente simple no?
Muchas veces la falta de entendimiento (del ¿para qué sirve?) confunde a los niños y convierte a las matemáticas en un lenguaje totalmente incomprensible, como si les hablaran en un idioma desconocido, y por lo tanto genera una enorme presión donde intervienen padres y maestros. Esto crece a la par con los nuevos problemas que se van planteando a lo largo del proceso educativo. Los conocimientos que se deben adquirir se vuelven cada vez más complicados, y si no se ha logrado comprender lo más básico, difícilmente se llegará a entender lo nuevo.
En lo personal, nunca tuve problemas en éste ámbito, puedo decir de hecho que se me facilitaron bastante. Creo que esto radica en que tuve buenos profesores que pudieron explicarme claramente no solamente los procesos o los resultados a los que debía llegar, si no los porqués y paraqués de cada cosa; o por lo menos algunos que fomentaron la curiosidad de preguntar de dónde viene tal o cual cosa. Desde mi perspectiva eso es lo más importante para asimilar lo abstracto de las matemáticas: encontrarle una aplicación y, si no se entiende, regresarse a buscar la causa de cualquier afirmación.
El hecho de que sea tan difícil divulgar matemáticas lo atribuyo en parte a las técnicas de enseñanza, muchas de las personas que conocí en licenciatura realmente no podían comprender las materias de cálculo que nos eran impartidas, porque ni siquiera habían comprendido las bases de álgebra. Esto es realmente preocupante, pues para realizar un cálculo estructural en arquitectura es necesario dominar éstas áreas. Peor, a esas alturas del camino el maestro se dedicaba a anotar fórmulas y resolver problemas en el pizarrón dejando a la mayoría con cara de interrogación. Esto ocasionaba porcentajes altos de reprobación y seguramente no resolvía ningún problema.
Creo que para divulgar matemáticas se necesita más que “mentir”, el autor menciona que se trata de una ciencia abstracta y con un lenguaje muy particular. Desde mi perspectiva lo es, pero en algún punto, cualquier descubrimiento que se haga, debe tener alguna aplicación en la vida que sea comprensible para cualquier persona con cierto nivel de conocimiento. Diciéndolo de otro modo ¿cómo se va a interesar el común de las personas en la hipótesis de Riemann si no le encuentra una relación o aplicación con nada en absoluto?
En cambio, en la biomédica o astronomía, las personas encuentran conocimientos aplicables o que responden preguntas sobre la salud, la vida, lo que nos rodea. Creo que ahí radica la diferencia. No se trata de buscar un método “didáctico” para divulgar la ciencia, simplemente se trata de buscarle el sentido común. No todo el mundo es científico, pero puede interesarse por algo que explique una parte del mundo, con un lenguaje más terrenal, sin dejar a un lado la rigidez del conocimiento.
Las matemáticas sirven para resolver infinidad de problemas relacionados con el mundo en que vivimos, con lo que nos rodea. Incluso son la base de ciencias como la astronomía. Para divulgarlas es necesario explicar al lector el por qué de una afirmación, para qué sirve o con qué se relaciona. El uso de formulas desde mi punto de vista es necesario y aclara muchos conceptos, es un lenguaje claro y puntual. Para compartirlo creo que simplemente se necesita explicar cada parte y mostrar ejemplos prácticos. Así el común de la gente con alguna preparación previa en el tema podrá encontrarle un sentido y por lo tanto se volverá un tema de interés.

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