VALENCIA SOSA, VÍCTOR
Abril 8, 2010
En todo proceso de investigación es recurrente encontrar datos e información la cual creemos como verdadera e indiscutible en algunos casos, confiamos realmente en su autenticidad, pero resulta que no siempre es así, es muy fácil caer en la tentación de conformarse con lo que vemos a primera instancia y creerlo, cuando nos damos cuenta que era un conocimiento superficial y vacío, una falacia. El pensamiento crítico del cual habla Sagan invita a no quedarse con esas verdades, a no conformarse y a buscar un conocimiento científico que permita detectar esas falacias o camelos.
Estos camelos suelen aparecer no solo malintencionados con productos que existen en el mercado que prometen lo que no cumplen sino en descubrimientos o hallazgos científicos que no necesariamente son malintencionados. En el proceso de la investigación cuando experimentamos podemos obtener resultados que damos por ciertos cuando realmente no lo son y la forma de detectarlos es teniendo un pensamiento escéptico ante los hechos. Este pensamiento escéptico no es más que dudar de los hechos, en medida en que nos cuestionemos cada detalle de lo descubierto encontraremos mas respuestas a esos descubrimientos.
Ser escéptico implica tener dos posturas, una teórica y una práctica. En la teórica no se tiene un saber firme, existen dudas por no tener los conocimientos o no entender un fenómeno observado, mientras que en la práctica es una actitud que encuentra en la negativa una apariencia para no adherirse a alguna opinión. No se trata de poner en duda algún fenómeno sino todo lo que se habla de este mismo. Un escéptico se abstiene de todo juicio, debe ser un observador y cuestionador que no niega ni afirma nada, examina y busca.
Ante un fenómeno observado es fácil quedarse satisfecho con nuestra primera explicación que se nos ocurrió, es mejor experimentar de manera cuidadosa y controlada y confiar en esos resultados. Resulta más provechoso tener un pensamiento alternativo como rutina porque nos hará evaluar nuestros propios argumentos para poder presentarlos a otros y saber defenderlos, enriquecerá nuestro conocimiento y nos dará mucha satisfacción encontrar la verdad.
La detección de camelos debería ser una actitud no solo en los procesos de investigación que desarrollemos sino en nuestra vida cotidiana, existen tantos productos, campañas de mercadotecnia, noticias amarillistas, que solo confunden y desinforman, captan la atención de un usuario que acepta todo sin razonar las cosas, un pensamiento crítico y escéptico simplemente no permitiría que sigamos siendo tan consumistas, crédulos, ni derrochadores. Es una verdad que la credulidad mata, ejemplos los vemos casi de manera cotidiana en nuestra sociedad, y lo hace por la falta de información, por no detenerse a razonar los hechos, por no ser críticos y escépticos y esto lo hemos vivido en nuestra sociedad desde nuestra infancia.
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