jueves, 20 de mayo de 2010

ENTREVISTA A HORACIO DURAN

ENTREVISTA A HORACIO DURAN
20-Mayo-2010
Hernández Romero Yissel

Las tecnologías se han convertido en respuesta para muchos de nuestros problemas, sin embargo también es cierto que han contribuido a la formación de los mismos. El diseño no es la excepción: software, equipo y maquinaria se encuentran prácticamente al alcance de cualquier estudiante de diseño o interesado en la materia; la información fluye de tal forma que en ocasiones resulta abrumador. La pregunta que queda en el aire sería ¿Son estos elementos tecnológicos “suficientes” para poder diseñar? ¿De que manera contribuyen al desarrollo/inhabilidad de la capacidad creativa?

Estas preguntas parecen encontrar respuesta en la entrevista a Horacio Durán. El pragmatismo de su ejercicio profesional lo lleva a reconocer aquellas áreas disciplinares que el diseñador (de cualquier especialidad) debe poseer, así como su relación con las nuevas tecnologías. Por un lado, reconoce la facilidad de crear cosas, manipularlas, experimentar con formas, tamaños y texturas; sin embargo afirma la necesidad de algo mas en él por el llamado “chicharito”, ese algo que el define como instinto y que implica capacidad de síntesis y de creación.

Este punto me parece por demás interesante –al igual que mucho de lo que comenta en el video- pero en particular la discusión histórica de la relación tecnología-diseño-creatividad tiene muchas perspectivas que merecen la pena analizarse. La disciplina per se descansa en el trabajo creativo, apoyándose en otras áreas mas exactas y medibles que respaldan y justifican lo que instintivamente se ha planteado.

Escuelas como la ULM en Alemania, apelaron por una racionalización del diseño en todas sus facetas, dicha “habilidad” podía desarrollarse prácticamente en cualquier estudiante, empleando la tecnología y explotando lo que de ella se podía obtener se podía llegar a soluciones bastantes sobrias y adecuadas para cualquier entorno social. Por otro lado, la Bauhaus en su primera etapa, desarrolla el curso preparatorio de Johannes Itten el cual pretende liberar el “chicharito” en un sentido inverso al primer ejemplo; la palabra clave era desaprender, olvidarse de las normas y métodos para elevar la sensibilidad, recuperar esta cualidad innata que se ve atrofiada por los años de escuela y racionalización.

Me parece que la tendencia de Horacio Duran esta encaminada mas a esto último, pues otorga un papel preponderante a las cualidades artísticas de los alumnos. La técnica es una herramienta simplemente, no el factor clave del concepto y como tal debe ser tratada en cualquier proceso de diseño. No basta con una buena computadora ni el mejor de los programas de modelado, es necesario “saber” o más bien “sentir” el proyecto.

Algo que llamo mi atención en la entrevista, fue el papel de las nuevas tecnologías no ante estudiantes –que prácticamente tienen a su alcance los medios para aprender- sino ante los diseñadores profesionales, los llamados de la vieja escuela. Con frases como “tengo una computadora muy buena…pero me da pena”, el profesor Duran expresa un sentir de incapacidad, son respuestas generalizadas entre aquellos a quienes la tecnología los rebaso de tal forma, que no tuvieron tiempo de adaptarse y comprender lo que estas implicaban.

Para muchos este tipo de limitantes significa un nuevo tipo de analfabetismo tecnológico que supone una brecha más grande entre quienes compiten en los campos académicos y laborales. Para otros representa lo contrario, pues al no depender de herramientas o auxiliares de diseño se tiene libertad para experimentar y desarrollar conceptos no limitados. Personalmente creo que es necesario encontrar un equilibrio entre estas dos formas de pensamiento, y lo más importante, es tener la sensibilidad para encontrar el momento en que de una pasamos al dominio de la otra. (3245 caractéres)

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