jueves, 13 de mayo de 2010

PRESOS DE LA TECNOLOGÍA – Alan Cooper

PINEDO DEL BARRIO MARIANA.
Jueves 13 de mayo del 2010.

PRESOS DE LA TECNOLOGÍA – Alan Cooper


Hoy en día podríamos decir que la mayoría de la gente tiene microcontroladores en sus casas; últimamente todo se construye en base a ellos dado que es más fácil y más barato controlar las funciones a través de estas pequeñas tarjetas, así el refrigerador, la lavadora, el microondas, entre muchos otros artefactos de uso cotidiano tienen uno. Y si hoy en día es más complejo el uso de estos objetos, no podríamos culpar a los microcontroladores quienes sólo hacen lo que un humano les dijo que hicieran, el problema radica en el grupo de personas que elaboran estos aparatos que solucionan problemas y que muchas veces no nada más los solucionan, sino que también los causan (irónico).

A lo que quiero llegar es que me parece que pasa muchas veces que cuando se diseñan objetos, para quienes lo hacen resulta muy obvio cómo funciona porque esa persona lo pensó y lo proyectó, porque está hecho para que esa persona lo utilice, sin embargo no podríamos asegurar que el grupo al que se dirige sea compatible con dicha persona. Y creo que no sólo pasa con el software, pero en los aparatos con software es más notorio por la complejidad misma que implica esta tecnología.

Entonces es obvio que existe un problema; el autor también menciona varias veces que la gente compra las cosas porque no tiene otra salida, yo cuestionaría eso, porque la verdad es que las personas compramos aún sin necesidad de dar solución a un problema sólo por el puro placer de seguir comprando y tal vez tenemos una cámara fotográfica que nos sirve bien pero a fuerza queremos la de última generación, a pesar de que su uso es más complejo, a pesar de todas las desventajas que podría tener y los fabricantes quieren vender más y realmente el problema raíz ya está solucionado desde hace varias décadas, pero se “necesita seguir vendiendo” y es entonces cuando se le agregan más funciones, se hacen los aparatos más sofisticados, un marketing impresionante y parece que lo que le interesa a la gente es que se use lo último en tecnología, que tenga más funciones porque es lo que compran, una y otra y otra vez.

En conclusión es cierto que hace falta que el diseño sea multidisciplinario, que son necesarios los ingenieros porque son los que conocen la tecnología, pero también se tiene que incluir gente que conozca mejor al grupo que usará el producto como psicólogos, antropólogos, diseñadores; para poder lograr un aparato que verdaderamente sea útil para el consumidor final; pero así mismo, esta complejidad de los aparatos la fomenta el mismo sistema y la misma sociedad consumista en la que vivimos en donde se trata de agregar valor a través de más funciones, a través de crear nuevas necesidades porque las empresas necesitan vender y nosotros necesitamos comprar; por lo que no podemos culpar nada más a los fabricantes, sino también a los usuarios quienes no exigimos lo que realmente necesitamos.

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