jueves, 25 de marzo de 2010

TAREA 4

GAYTÁN LÓPEZ LETICIA
25 de Marzo de 2010
LOS JUGUETES Y LAS CIENCIAS


Los juegos y los juguetes que utilizamos o practicamos durante toda o parte de nuestra infancia, pueden ser un reflejo de nuestras aptitudes e intereses innatos.
Conocemos de sobra que, parte de una corriente teórica de la educación afirma que para los niños es más fácil reconocer sus habilidades e intereses por medio de la práctica de juegos, no importa si es en solitario o dentro de un grupo de niños. Pienso que para algunos niños no es sumamente necesario convivir con otros a través de los juegos; No con esto quiero decir que la convivencia entre infantes no sea importantísima para el desarrollo de la identidad de un individuo, si no que algunas veces pueden existir niños – como los ensayistas del texto- que se sientan más a gusto jugando en solitario, creando mundos para si mismos y resolviendo pequeños o grandes aspectos que se plantean. Los autores, además de lo anterior, tienen en común que identificaron un interés, a través, de sus juguetes y los siguieron sin importar adonde los llevase, inclusive muchos de ellos no volvieron a jugar con dichos objetos, pero sin embargo les abrieron un camino que de alguna manera, podríamos decir, marco su quehacer profesional en su vida adulta. La inspiración o cuando se enciende un “foquito” en nuestro cerebro, llegan casi siempre cuando menos lo buscamos, de las actividades que más disfrutamos de manera cotidiana, las que a primera vista pueden parecernos simples puede surgir un planteamiento que nos lleve a una gran idea. Por lo cual, debemos estar atentos a identificar las cosas que disfrutamos más, no solo cuando niños, sino que también de adultos. Una vez que identifiquemos la razón de nuestro interés, y si este es lo suficientemente “fuerte” no importaran los obstáculos o los reveses que tengamos que sortear para llevarlo a término, con el tiempo dicho esfuerzo conllevara a mayores satisfacciones. Lo anterior será más sencillo si, la actividad a realizar es planeada, sobretodo los que aspiramos a aplicar el método científico en nuestras investigaciones, así también, debemos tener la capacidad de anticipar necesidades o recursos a utilizar.
Nuestras condiciones de vida, no necesariamente, tienen que permear lo que nos convertiremos o haremos cuando seamos adultos, pueden influir pero no tiene que ser definitivo en ningún modo. Nuestro entorno social, claro que se filtra en nuestro comportamiento, creencias y forma de ver y vivir la vida; nos brinda una identidad. Identidad y personalidad no es lo mismo, la personalidad la construimos nosotros principalmente gracias, a nuestras experiencia. La ciencia, en mi opinión es un poco similar, nuestro alrededor puede y debe influir en nuestros intereses científicos pero el toque final mediante la ejecución se la brindamos cada uno de nosotros como individuos.

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