lunes, 22 de marzo de 2010

TERCERA LECTURA: Carl Sagan – El mundo y sus demonios Capitulo 19

Sánchez Gutiérrez Aidée
23-03-2010
Carl Sagan – El mundo y sus demonios Capitulo 19

Definitivamente no hay preguntas estúpidas, sino mal formuladas; pero ese no es el verdadero problema, la cuestión es ¿quien quiere preguntar si siente que todos se van a burlar? Y es que es cierto para poder preguntar bien hay que dejar de TENER MIEDO, con frecuencia no preguntamos por que sentimos miedo a sentirnos inferiores, a ser burlados en público o a ser descorteses, sin embargo este miedo a preguntar solo es fácil vencerlo si el grupo en el que se encuentra la persona con la duda tienen cierto tipo de madures para poder comprender que por minúscula que sea la pregunta puede dar respuesta a mas de una incógnita, por otro lado si estamos hablando de un niño, en un ambiente escolar, seguramente no conseguiremos que no sienta miedo a la posible burla de sus compañeros de clase, esto infundado seguramente en la burla o la posible respuesta desagradable dada por sus padres cuando alguno de ellos se atrevieron a preguntar.
El buen proceso para saber preguntar esta basado en el saber escuchar, se trata de poner atención a la conversación que se esta llevando y no estar pensando en que se va decir después que el interlocutor finalice su intervención y el saber pensar ya que quizás lo que al principio se genera como una pregunta puede llegar a convertirse en una respuesta inmediatamente quizás antes que lleguemos a formular la pregunta; finalmente es indispensable saber que si no nos atrevemos a superar aquel miedo y preguntamos nos estamos condenando a no entender, a no poder generar soluciones y a estar mal informados lo que nos conlleva a la ignorancia.
Es importante que comencemos a ser de nuevo como niños y busquemos preguntas en lo más sencillo del mundo sin que esto quiera decir que estemos preguntándole a todo el mundo las razones de las cosas, se podría pensar que cuando conseguimos una buena pregunta y somos capaces de solucionar dicha cuestión por nuestros propios medios seria aun mas gratificante que si alguien nos “soplara” la respuesta.
En el libro el autor recalca la importancia de ese niño que desde su infancia presenta una curiosidad innata frente a los fenómenos que lo rodea y lo importante que resulta el no solo responderle a sus respuestas o animarlo a encontrar por si mismo el argumento a dicha interrogación, sino el hacerlo con la mejor disposición para no cortar su interés por la búsqueda de respuestas al mundo y lo que hay en el y fuera de el; es cierto, en el mundo necesitamos personas que quieran investigar, cuestionarse, pensar, encontrar respuestas, son indispensables este tipo de personas, pero pienso que también el mundo necesita de personas que quieran soñar, artistas, pensadores no filósofos si no personas que se cuestionen sobre esas estupideces que hablábamos al principio, creo que es necesario equilibrar la balanza frente a estos aspecto, ya que para mi la vida es eso una conjugación perfecta entre el ignorar y el saber, entre la estupidez y la inteligencia, al fin y al cabo si no existiera la ingenuidad y la tontería como sabríamos que es la astucia y la perspicacia?.

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