BRAVO ARTURO

22/03/10

LECTURA “NO HAY PREGUNTAS ESTÚPIDAS”

En esta lectura de Carl Sagan nos presenta entre otras cosas los problemas que afronta la ciencia en el sentido que con mayor frecuencia se está perdiendo, o bien esta siendo muy escaso, el interés en la misma y la falta de divulgación óptima para despertar la atención de la gente en general. Como bien menciona al principio de la lectura la difícil transmisión de conocimiento de generación a generación cuando entre estas ha habido un cambio muy significativo en la forma en que se imparte y se asimila la información. Creo esto un principal punto a tener consideración ya que con más frecuencia se esta viendo esto, desde mi punto de vista creo que es momento de hacer un cambio en este aspecto ya que si es claro como la comunicación estudiante-maestro va en decreción. Los alumnos hoy en día se ven más y más compaginados y atraídos a explorar por medios electrónicos sus inquietudes, el problema aquí es que la información que circula para la mayoría de la gente mediante los medios de comunicación no es siempre la más certera ya que no se tiene la preocupación de que lo que se exponga tenga bases científicas.

El título de esta lectura es ciertamente algo que no se nos enseña, desde la educación familiar hasta la educación superior es mejor callar. El hombre es muy orgulloso y cree que el desconocer algo lo hará ser menos sabio, eso como si uno y naciera con la etiqueta de sabio. En lo personal me gusta ver cuando mi sobrino de 4 años pasa por esa etapa donde lo importante es cuestionarse todo puesto que su intelecto le pide a gritos explicarse las cosas, lo que me da tristeza es que veo la postura que sus padres toman al responder a cada una de ellas sin ningún interés. Creo que esta intención de entrar a la maestría viene siendo la inercia de cada uno de nosotros en podernos resolver alguna pregunta que nos tenga lo suficientemente inquietos para tomarnos de ahora en adelante en nuestras vidas mucho tiempo, quizá dinero y esfuerzo. Hay que tener acciones prontas para despertar ese ánimo a la ciencia que además le hace mucha falta a nuestro país ya que solo pocas universidades como son la UNAM, POLI entre otras pocas se interesan en ellas. Lo curioso que veo a comparación con otros países es que aquí ni el gobierno ni las instituciones privadas son las que alientan el conocimiento científico.

Si nos ponemos a ver los numero que el autor compara entre estados unidos y algunos países asiáticos como Japón y Corea me da la impresión que no nos gustaría saber como está colocado México a comparación. Alguno de los fines en los que nosotros los interesados en formar parte de una maestría es precisamente el de ser docentes, que mejor que poder difundir de manera directa en los alumnos esto de lo que se viene hablando. Por otro lado y como lo vimos en la primera lectura del mismo libro, la importancia que tienen ya sea los padres o cualquier tutor que tengan los niños en su infancia para mas que poner barreras poner preguntas e inquietudes, saquemos a volar la imaginación de los seres que nos rodean, puede ser que nos sorprendan, quizá ni ellos saben de sus capacidades que quizá le fueron reprimidas.