18 de marzo de 2010
Lectura 1
Comenzaré con una frase célebre de Carl Sagan quién dijo: "Yo mantengo que hay más maravilla en la ciencia que en la pseudociencia. Y en adición, y en la medida que este termino tenga algún significado, la ciencia tiene la virtud adicional, y no de poca consideración, de ser cierta." La evolución que ha venido teniendo el ser humano conlleva a una serie de concepciones que han traído la búsqueda de ¿por qué el ser humano ha venido al mundo? Y como dijeron los grandes filósofos; “Vino a ser feliz”.
Todos guardamos recuerdos de cada etapa de nuestra vida, desde la infancia hasta la madurez. En la lectura “Mis Profesores” Sagan nos traslada a su mundo mágico, pues logra llevar a cabo sus sueños: disfrutar de su niñez en compañía de sus padres, su universidad, sus maestros y de las vastas experiencias aprendidas a lo largo de su vida.
Cabe señalar que las vivencias dejan lecciones que pueden transmitir ilusión o deseo para otras personas y esto es lo que yo sentí al leer este relato. Sé que no se necesita venir de una familia de gente preparada o con mucho dinero para que alguien pueda alcanzar el éxito sin dejar de reconocer aquellos que marcaron su vida.
Me atrevo a decir que todos somos unos narradores de nuestra propia historia, ya que gracias a las vivencias y experiencias adquiridas desde la niñez, hace que uno fije sus metas, pienso que cuando uno entra en el escepticismo de querer encontrarse a sí mismo y saber y querer saber cuál es su papel en este mundo, es ahí por donde debemos comenzar, ese punto de partida en por qué hago lo que hago y si lo que hago es sólo para poder probar de lo que en realidad soy capaz de hacer.
Sin duda Carl Sagan hace que entremos en una reflexión en donde nos encontramos con una de las épocas más importantes de nuestra vida como es la infancia y tengamos que comenzar por razonar el por qué de todo lo que hacíamos e inclusive deshacíamos tome parte fundamental en nuestra vida, para que al convertirse uno en investigador si ese fuera el caso, retome esos patrones de búsqueda, esa sensación por querer saberlo todo. Es intrigante como al transcurso de los años hemos venido perdiendo la perspicacia por encontrar la respuesta a todo lo que nos rodea. Por eso es que Sagan hace que nos detengamos a observar y nos hace la invitación a no olvidar como cuando éramos niños todo lo que nos contaban o veíamos nos hacía sentir dichosos.
Como conclusión siento muy importante recalcar la importancia que todo niño debe de ser feliz aún en un mundo en donde la equidad está muy dispareja y siendo este el caso todos podemos ser capaces de realizar nuestros sueños con dedicación, perseverancia y dedicación tal y cómo lo hizo Sagan inclusive cuando él mismo argumentaba que la educación que recibió durante su periodo medio no le permitió esa libertad la cual le inspiraba a trabajar no logró que lo detuvieran pues ya fue hasta en la universidad donde logró conseguir sus metas y lo que lo hizo ser aún más feliz.
Para mí como para Sagan también puedo sentir gran admiración y respeto por mis padres quienes han sido mis maestros desde el día en que nací, sólo ellos han sido testigos de cómo la orientación que me han brindado se ha convertido en la razón de por que quiero seguir estudiando no sólo por el simple hecho de querer ser mejor para mí, sino para ellos y para mi país.
Todos guardamos recuerdos de cada etapa de nuestra vida, desde la infancia hasta la madurez. En la lectura “Mis Profesores” Sagan nos traslada a su mundo mágico, pues logra llevar a cabo sus sueños: disfrutar de su niñez en compañía de sus padres, su universidad, sus maestros y de las vastas experiencias aprendidas a lo largo de su vida.
Cabe señalar que las vivencias dejan lecciones que pueden transmitir ilusión o deseo para otras personas y esto es lo que yo sentí al leer este relato. Sé que no se necesita venir de una familia de gente preparada o con mucho dinero para que alguien pueda alcanzar el éxito sin dejar de reconocer aquellos que marcaron su vida.
Me atrevo a decir que todos somos unos narradores de nuestra propia historia, ya que gracias a las vivencias y experiencias adquiridas desde la niñez, hace que uno fije sus metas, pienso que cuando uno entra en el escepticismo de querer encontrarse a sí mismo y saber y querer saber cuál es su papel en este mundo, es ahí por donde debemos comenzar, ese punto de partida en por qué hago lo que hago y si lo que hago es sólo para poder probar de lo que en realidad soy capaz de hacer.
Sin duda Carl Sagan hace que entremos en una reflexión en donde nos encontramos con una de las épocas más importantes de nuestra vida como es la infancia y tengamos que comenzar por razonar el por qué de todo lo que hacíamos e inclusive deshacíamos tome parte fundamental en nuestra vida, para que al convertirse uno en investigador si ese fuera el caso, retome esos patrones de búsqueda, esa sensación por querer saberlo todo. Es intrigante como al transcurso de los años hemos venido perdiendo la perspicacia por encontrar la respuesta a todo lo que nos rodea. Por eso es que Sagan hace que nos detengamos a observar y nos hace la invitación a no olvidar como cuando éramos niños todo lo que nos contaban o veíamos nos hacía sentir dichosos.
Como conclusión siento muy importante recalcar la importancia que todo niño debe de ser feliz aún en un mundo en donde la equidad está muy dispareja y siendo este el caso todos podemos ser capaces de realizar nuestros sueños con dedicación, perseverancia y dedicación tal y cómo lo hizo Sagan inclusive cuando él mismo argumentaba que la educación que recibió durante su periodo medio no le permitió esa libertad la cual le inspiraba a trabajar no logró que lo detuvieran pues ya fue hasta en la universidad donde logró conseguir sus metas y lo que lo hizo ser aún más feliz.
Para mí como para Sagan también puedo sentir gran admiración y respeto por mis padres quienes han sido mis maestros desde el día en que nací, sólo ellos han sido testigos de cómo la orientación que me han brindado se ha convertido en la razón de por que quiero seguir estudiando no sólo por el simple hecho de querer ser mejor para mí, sino para ellos y para mi país.
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