lunes, 22 de marzo de 2010

Carl Sagan, El Mundo Y Sus Demonios. Capítulo 19: No hay preguntas estúpidas.

VALENCIA SOSA, VÍCTOR
Marzo 22, 2010

La visión del mundo desde la perspectiva de un niño siempre nos va a sorprender, con la imaginación que los caracteriza para preguntar todo y buscar una explicación a su entorno en el que viven. Todos sin duda hemos pasado por algún momento en el que nos sintamos incómodos al no saber qué responder a los cuestionamientos de un niño curioso de su mundo, es quizá cuando nos preguntamos por qué hemos perdido esa actitud de cuestionarnos todo, o de querer saber más de un tema hasta encontrar una explicación que nos satisfaga. Si bien es cierto que al ser investigadores asumimos el papel de buscar y de indagar acerca de nuestro tema de investigación y nos damos cuenta que entre más buscamos, más dudas tenemos, la actitud curiosa de la cual habla Sagan en su libro como comportamiento en la niñez, es algo que como adultos deberíamos rescatar, no quedarnos con la información superficial sino enriquecer nuestro proceso de investigación con preguntas que nos lleven a eso, con el vigor intelectual y actitud provocadora y perspicaz la cual narra Sagan en sus experiencias al enseñar en una escuela infantil.

El papel del profesor al impartir una clase requiere no solo de ser una guía para que el alumno se equivoque menos, como lo hemos visto en lecturas anteriores, sino el de practicar la sentencia de aprender a aprender. Siempre existirán métodos de aprendizaje y de docencia, considero que el papel del profesor seguirá siendo no solo transmitir conocimientos sino buscar la adaptación de esos conocimientos al entorno del alumno buscando el método más adecuado de aprendizaje. Sagan se refiere a la incomodidad de ambas partes, profesor y alumno, por un lado a quejarse del sistema educacional, de los niveles educativos y por otro lado la falta de respeto a los mayores pero más importante aún, la falta de pertinencia de lo que se explica.

El investigador requiere ser un observador antes que nada, empaparse de los conocimientos que le atañen preguntándose todo desde el mínimo detalle. Debe ser curioso, lleno de imaginación y con espíritu crítico según Sagan. El mundo debe poder ser explicado de manera clara y para eso se requieren de científicos que hablen un lenguaje entendible que nos muestren un panorama lleno de respuestas, aunque no es tarea fácil, requiere de un constante descubrimiento científico.

Si las cifras de educación en Estados Unidos son alarmantes, habría que revisar con datos precisos qué es lo que sucede en nuestro país, si el porcentaje que se destina a la investigación científica por parte del gobierno es mucho menor al que se destina en Estados Unidos, podemos imaginar que nuestra situación está mucho peor. Así que si en nuestras manos está incrementar estos niveles, no debemos dejar de hacernos todo tipo de preguntas de investigación, generar conocimiento y divulgarlo, está en nuestras manos.

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