jueves, 25 de marzo de 2010

Lectura #4 Falling for Sciencce





Que me legó el Lego….?

He de ser sincero a mi el Lego me aburría infinitamente, encontraba demasiado limitado su sistema modular dentado, llegue incluso a partirlos en dos para encajar una pieza, o a derretir y estirar alguna otra en orden de obtener una deformación peculiar y caprichosa, el lego siempre fue parte de mi stock de juguetes pero nunca se convirtió en mi universo. Aparecía cuando se necesitaba una barda o alguna construcción aburrida, cuadrada y básica como un pedestal, una plataforma o una serie de columnas. A mi me gustaban las figurillas, nunca las de playmobil que encontraba, igual que Joseph Kaye, diseñadas para retardados. Yo construía, a lo largo y ancho de la sala-comedor, ciudades futuristas para mis figurillas de Star Wars hechas de cualquier cantidad de cosas y materiales a mi alcance, la mayoría provenían de la cocina, otras tantas de la basura, y algunas mas del taller de maquila de mi padre, casi nunca jugué con las figuras, aunque esa fuera la intención principal, el 90% del tiempo se lo llevaba la construcción.
La infancia como bien hemos analizado en nuestras ultimas lecturas es un momento crucial para la formación de nuestra curiosidad, los limites de nuestra percepción adquieren su flexibilidad durante ese periodo. Es claro y por demás sorprendente como, una vez que uno deja dicha etapa, los entumecimientos, acartonamientos y en pocas palabras, embrutecimientos adquiridos o librados comienzan a emerger, de ahí la fragilidad de la adolescencia en donde todo se tambalea y poco se aprende realmente. Una infancia nutrida desemboca en una adolescencia difícil y singular (sin restar complejidad a las otras) las pasiones tempranas son entendidas por el resto (los que jugaban con playmobil) como excentricidades fuera de lugar propias de un lunático. Los padres son fundamentales siempre, especialmente y sobre todos los periodos, en la adolescencia, son guías y contenedores a la vez.
Observamos tres casos en este texto los tres evocan la infancia como el punto de partida de sus intereses asunto del que ya hemos hablado. Dos de las tres experiencias de Falling for science, coinciden en los objetos modulares y ensamblables conocidos como Lego. La restante es mucho mas peculiar se trata de un nómada nato, un constructor de paso, un improvisador. Los nómadas desarrollan una técnica única de adaptabilidad, encuentran la practicidad en todo lo que miran, sus ojos se entrenan en la supervivencia y se especializan en los detalles constructivos. Todo es susceptible de levantar o sostener una carpa, todo guarda una potencia de herramienta todo tiene un doble uso, o más. Encuentro las lecturas harto estimulantes, pensar en la infancia es como soplar y ver luz en una fogata oscura, aparentemente apagada.

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