jueves, 18 de marzo de 2010

MIS PROFESORES- Carl Sagan, “El Mundo y sus Demonios”.

Mariana Pinedo del Barrio.
18 de marzo de 2010.

Carl Sagan, astrónomo, exobiólogo, cientíico destacadísimo, lleno de premios, investigaciones, documentales y con toda una gama de triunfos que casi parecen irreales, nos habla de algo que no tiene mucho que ver con la ciencia pero sí todo que ver con la vida.

La experiencia con sus profesores: Los de los primeros años un desastre; le enseñaron a ser un autómata y repetir las cosas, no le enseñaron a pensar, a ser autocrítico a amar y apasionarse por la ciencia; culpables, no lo creo, probablemente algunos ni siquiera sabían tampoco el por qué de las cosas y si lo sabían lo que no sabían era como transmitirlo… Con los de la Universidad, por fin encontró gente que le enseñaba no sólo cómo sino el por qué, apasionados y amantes de las ciencias, maestros y colegas que apuntaban a la misma dirección; y sin embargo…. (Cito a Carl Sagan) “lo más esencial no lo aprendí de mis maestros de escuela, ni siquiera de mis profesores de universidad, sino de mis padres, que no sabían nada en absoluto de ciencia, en aquel año tan lejano de 1939”.

¿Por qué aprendió lo más esencial de sus padres que ni científicos eran, que ni cerca estaban de serlo? Y más importante aún ¿qué es lo más esencial? Se podría decir que lo que motivó gran parte de su carrera y de su vida fue ese amor a la ciencia, fue esa pasión por lo que hacía, era un enamorado de sus investigaciones, de sus descubrimientos y eso sin duda alguna fue lo que sus padres le transmitieron, ese amor a la vida; en estas pocas pero sustanciosas líneas podemos nos deja claro que ellos siempre buscaron lo mejor para él, abrazaron sus sueños a pesar de lo complicado que pareciera, por qué, porque lo amaban, esa es la única razón, porque ellos vivían y trabajaban para que él tuviera una vida mejor, para que fuera feliz.

En sus palabras nos expresa como el amor, el cariño que le dieron sus padres, el cual para ellos debía ser el motor de la vida y motivo para levantarse en la mañana, fue incluso más valioso que todas las palabras sabias que escuchó, que todos los conocimientos que le transmitieron, que todo lo que aprendió en sus innumerables investigaciones.

A lo largo de la vida se tienen muchos maestros, no sólo los de la escuela o universidad, sino mucha gente que deja huella de distintas formas y es importante que siempre mantengamos los sentidos dispuestos para que no se nos escapen lecciones valiosas, porque realmente creo que podemos aprender de todos, desde un niño pequeño hasta un anciano, desde gente que tal vez científica o culturalmente es ignorante hasta eruditos, de la naturaleza, pero todos, absolutamente todos pueden mostrarte algo que tal vez para tu persona había pasado desapercibido

Ya como conclusión quiero decir que este prefacio me deja como enseñanza que para llegar lejos lo importante es que estés enamorado de lo que haces, sí es cierto que muchas veces la educación no está diseñada de la mejor manera, que hay muchos profesores que te dejan lagunas de conocimiento que si tienes suerte otros profesores las llenan y si no tú mismo a través de los años de estudio; pero eso pasa a segundo término y no es un pretexto para quedar atrás, para no alcanzar tus metas, ya que el único dueño de tu vida y de tu camino eres tú, tú eres el que toma las decisiones, el que se esfuerza, el que deja de intentar o sigue intentando, el que da la vida por alcanzar un sueño, tú eres el único que puede hacer algo por ti y no se debe dejar en manos de nadie, ni culpar a nadie; pero lo más importante que aprendí, es que este sueño no debe ser una mera obsesión, si lo que haces no se hace por amor a la vida, al conocimiento, a ti mismo y a los demás, al final será algo vacío y al llegar al final tal vez te sientas satisfecho pero no completo.

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