jueves, 18 de marzo de 2010

Lectura 1 - El mundo y sus demonios: prefacio

ECHEVERRÍA ARJONILLA LEONARDO
18-03-2010

El mundo y sus demonios: prefacio

La inspiración, el entusiasmo creador, nos impele a reflexionar y resolver algo de manera que de pronto puede parecer intuitiva y espontánea. Creo que ha sido el motor en la mayoría de los grandes descubrimientos de la historia. La inspiración en la naturaleza permitió al ser humano usar sus primeras herramientas.
Me parece muy interesante la conclusión acerca de que sus padres fueron los que le enseñaron lo más esencial, uno podría pensar que todas las grandes personalidades de la ciencia con las que trato pudieran haberle causado un mayor impacto. Después de pensar en ello todo empieza a tener sentido, realmente puede ser cualquier persona (independientemente de sus conocimientos académicos) la que te puede enseñar algo que cambie tu perspectiva, un evento que te marca y se convierte en una fuente de inspiración.
“¿Cómo se puede saber cuando alguien sólo imagina?” Me parece una pregunta muy intrigante, en lo personal me lleva a pensar en lo siguiente: en de la misma forma que tu cuestionas la percepción de otra persona, esa persona puede cuestionar la tuya. Sin embargo sabemos que existen aspectos objetivos en nuestras vidas. “En cualquier caso el registro de la experiencia se realiza desde lo subjetivo, lo individual, lo propio, lo diferente del otro. Una misma experiencia vivida por personas diferentes adquiere valores únicos en cada uno. La carga emocional adjudicada es dada por quien lo vive y solo comprendida por él” (Wikipedia) Es interesante esta definición sin importar la fuente, a través del lenguaje logramos un consenso acerca de los conceptos, definiciones, descripciones, etc. de todas las cosas que nos rodean y a las que necesitamos referimos en algún momento. Es la abstracción del lenguaje la que complica las cosas, al querer encerrar la riqueza y singularidad de lo real, porque lo real excede por doquier lo poco que podemos pensar de ello, razón de más para que aprendamos a observar y no conformarnos con pensar y conceptualizar (André Comte - Sponville, “Más allá de la desesperanza” Entrevista con Patrick Vighetti). Aquí hay una relación con la lectura de Ikram Antaki, no es suficiente con llenar el vaso, hay que ver más allá, salir del vaso, nuestras experiencias pueden lograr que alcancemos estados de lucidez y estímulo, que bien pueden ir más allá de lo que nuestro lenguaje y percepción nos permiten. La mejor comprensión de la realidad nos acerca un paso más a la verdad, la cual puede interpretarse y aplicar a diferentes perspectivas, al final en todas podemos encontrar una congruencia.
Regresando a la pregunta formulada. Carl Sagan menciona que esta se la plantea en su infancia, surge de la interacción con sus padres y de manera casual, de cierta forma un proceso educativo inconsciente, mucho más ameno como el lo menciona. En la comodidad y calor de su hogar, después de haber recibido otra lección de vida no tan afortunada en la calle.
Creo que esta admirable capacidad de aprendizaje que tienen los niños, se debe en gran a parte al estado latente de asombro en el que viven, lo cual facilita enormemente la retención y comprensión de la información que percibimos. Esta capacidad detona la creatividad de los niños y de cualquier persona. Hemos olvidado como asombrarnos, como inspirarnos, en este mundo donde nos rodean millones de objetos, luces, posibilidades, novedades, parece que a contraste con el nivel de agitación y el constante movimiento, nuestros sentidos por otra parte se han adormilado. Ahora necesitamos cosas espectaculares, monumentales, para despertar nuestro asombro. Creo que necesitamos detenernos un momento, para reflexionar y observar. Nos preocupamos solamente por pasar a través del día, para volver hacerlo de igual manera 24 horas después. Despertar nuestra capacidad de inspiración es permitir que emerja nuestra creatividad, para resolver de manera más eficiente nuestras necesidades.

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