jueves, 18 de marzo de 2010

Ikram Antaki, La educación.

URRIETA ROSALES MAYRA THELMA
18 de Marzo de 2010.
Ikram Antaki, Manual del ciudadano contemporáneo, La educación.

La educación

Es un concepto tan común que pocas veces nos detenemos a analizarlo, lo pensamos tan familiar que en ocasiones lo perdemos de foco, siendo que prácticamente en toda nuestra vida esta latente, nunca dejamos de aprender, es mas, nunca debemos de dejar de aprender; lo que si, lo tenemos muy bien relacionado en el ámbito escolar y hasta familiar, y es que en estas dos vertientes su participación forma nuestro carácter y nuestro nivel de conocimientos; sin embargo, la educación es mucho mas que un simple concepto, va mas allá de una escuela y de una casa…

Por un lado, la escuela es una institución en la que los maestros a través de sus conocimientos pueden liberar a los alumnos de prejuicios sociales, familiares y de condiciones geográficas, pero en la actualidad dicha institución ha perdido su autoridad, las viejas presiones y exigencias que existían han desaparecido, el respeto hacia los maestros y hacia la institución misma, se han devaluado, y esto es debido a que los alumnos anteponen sus gustos, costumbres y vida afectiva, al interés por adquirir nuevos conocimientos, no hay conciencia. La escuela ahora es débil, al igual que la relación maestro-alumno, por lo tanto, la transmisión de conocimientos es deficiente, no es fluida, y no se cumple el objetivo: la educación.
La escuela ha perdido su jerarquía y también el privilegio de seleccionar a alumnos merecedores de aprobar, las nuevas reformas educativas han establecido que no es posible reprobar a un alumno, no se si para evitar problemas, por intereses económicos o sociales, o porque simplemente no importa si se aprende, pero eso esta convirtiendo a nuestra futura generación mediocre, sin visión, y sin actitud; hoy en día, la escuela prácticamente es una casa para estar, y solo eso, mas no una casa para progresar. Existe una parte de la lectura en donde se expone que en tiempos pasados existían tres jerarquías: Dios, los padres y los maestros, considero esto cierto, como también considero que las tres han perdido su autoridad, en la actualidad el respeto se ha perdido, lo que trajo consigo un descontrol social.
Antes los niños problemas eran pocos, ahora el numero se ha multiplicado al no haber una autoridad exigente, ya esos niños no son exclusivos de familias con problemas, como el divorcio, ahora son exclusivos de países como el nuestro, y se rigen ahora por la “ley del barrio”, una ley que parte de la “ley del mas fuerte”, pero no tan sofisticada ni estructurada, pero cuyo objetivo es similar: sobrevivir, pero la “ley del barrio” a consta de los demás, rompiendo así el respeto a las autoridades, instituciones, familia y prójimos.
Un intento por recuperar terreno en cuanto a autoridad y jerarquía de los maestros y escuelas, son las nuevas reformas educativas, que lejos de tratar de educar a los alumnos, educan a los padres; sin embargo, con solo eso no se soluciona el problema, como en el siguiente ejemplo real: un niño de 3 años que va a la guardería, al recogerlo su mamá, la maestra manifiesta que el niño tiene “muy mala educación” ya que rasguño a otros tres niños porque quería el juguete de ellos… que tenemos con esto? Que con la nueva reforma educativa se quiere educar solamente a los padres para que sus hijos no presenten comportamientos como éste (envidia, egocentrismo y berrinche); sin embargo, a quien se debería de educar no se educa, el niño nunca supo que hizo mal en el momento adecuado, y los padres están siendo regañados por acciones que ellos no hicieron; pero, que tan bueno es esto???? Se esta desatendiendo el verdadero problema, que es el alumno no los padres, la principal tarea del maestro es educar a sus alumnos no a sus familias, y con esa nueva reforma, se descuida el verdadero fin: fomentar conocimiento.
Yo mas bien considero que la nueva reforma educativa debe de comprender a ambas autoridades, maestros y padres, dado que el alumno pasa la mayor parte de su tiempo en estas dos casas: escuela y hogar, es por eso que deben conjuntamente involucrarse y comprometerse a esta tarea educativa que en nuestros días se ha perdido. Los medios de comunicación se han vuelto los nuevos tutores de los hijos, pero no enseñan los valores sociales para conducirse dentro de la sociedad. Tal vez la frase: la educación comienza por la casa, ahora tenga mas sentido y ahora sea mas preocupante, pero, regresando al ejemplo del niño de tres años, si lo hubiéramos enseñado a ser sociable, amistoso y compartido, en ningún momento hubiéramos tenido tres rasguños en caritas diferentes, y si la maestra le hubiera llamado la atención oportunamente al niño, la educación estaría empezando su curso correcto. Lo malo de todo este mundo tan moderno y practico y sobre todo tan difícil de sobrellevar económicamente hablando, es que no se tiene tiempo de calidad para dedicar a los hijos, ahora, vivimos en una constante bomba de tiempo buscando que no explote, corriendo y apresurando las cosas, y por estar tan preocupados en ello, perdemos esa responsabilidad y nos descomprometemos.

Por otro lado, ser “maestro” en una profesión noble y de v o c a c i ó n, ellos son un pilar muy importante en la sociedad, y en nuestra educación, de ellos depende en gran medida el desarrollo de personas humanas y científicas, son los creadores de profesionistas y sin darse cuenta, llevan consigo el papel de animador o motivador de profesionistas; pero actualmente, y en gran medida, los maestros son faltos de vocación y me atrevería a decir que mediocres, su nivel ha bajado y también sus condiciones de trabajo se han visto afectadas; y según se justifica la deficiencia a causa del bajo salario, no les incentiva ni alienta para ser mejores, sin embargo, se podrían establecer incentivos en relación a resultados, si parte del problema es el salario, no veo mal que se pudieran estimular con una prima monetaria, con lo cual, se abriría paso una competencia por ser mejor, por ser un exitoso pedagogo, se podrían evaluar con resultados. No obstante, aparte de un beneficio económico, esta por delante el pensamiento recto, en el que se establece lo que esta bien y lo que esta mal, y con ello se pretende ir mas allá de preparar alumnos para un oficio.
Asimismo, a los maestros se les han asignado diversos roles a parte del suyo, sin embargo no son mamás ni policías de todos sus alumnos, son maestros con un rol perfectamente establecido, si cada quien tomara su papel, uno el de yo soy la autoridad en la escuela, y el otro en de yo soy la autoridad en la casa, el rol de cada autoridad estaría bien delimitado y establecido, y cada quien estaría respetando su papel en la sociedad. Los alumnos o hijos, actualmente están perdidos, ya que ni en la escuela ni en la casa se tiene una autoridad definida.
Los maestros tiene que recuperar la dignidad y nosotros la conciencia de su importancia, es tiempo de impulsar una reflexión sobre una buena educación, dejar de trabajar mecánicamente, no basta con solo presionar el botón rojo, hay que saber para que sirve el botón rojo, trabajar con profesionalismo, hay que convertirnos en críticos y analíticos de nuestros actos y ser concientes y reflexionar de la repercusión que éstos conllevan, para poder cambiar nuestra visión y mejorar nuestro rol.
Los maestros tienen un gran trabajo: transmiten saber, ayudan a la adquisición de conocimientos, ayudan al desarrollo del carácter del alumno, preparan para un oficio y profesión y enseñan valores morales… Uf!! Esta complicado no? y sin la ayuda de los padres se vuelve aun mas complicado. Hay que estar concientes que los maestros tienen sus límites, no son los responsables absolutos de los comportamientos de los alumnos.
Incluso a veces los intereses de los estudiantes no están dentro del conocimiento de los maestros, algunos pretenden profundizar mas, sin embargo, hay que aceptar que no somos “todologos” y los maestros también tienen limitaciones sus limitaciones en este aspecto, sin embargo, los maestros también aprenden de los alumnos, y esto es un muy bien pretexto para hacer reciproca la relación maestro-alumno.
Finalmente, a parte de que es necesario que padres y maestros que desarrollen su rol, también necesitamos alumnos que se enfoquen al suyo, ya que ahora se piensan el centro de la tierra, por lo que hay que disciplinarlos y educarlos, hay que mantener una exigencia y una la disciplina, y sobre todo, atraer a su atención, ya que el conocimiento comienza por una comprensión que permite apropiarse una noción nueva.

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