jueves, 25 de marzo de 2010

La mando ahora si en fecha

Bravo Arturo

25/03/10

LECTURA “FALLING IN SCIENCE

Muchos recuerdos pasaron por mi cabeza al leer esta lectura debido principalmente a que solía ser fanático asiduo del LEGO. Uno se ve identificado con estos autores al poder percibir como un juguete de niños pudo haber influenciado tanto en su vida ya que la uno con un material tan didáctico y creativo va poniendo a prueba su creatividad no solo por el diseño final sino por la sistematización de los procesos mentales que uno tiene antes de concebir el objeto. En la juventud uno bien aprende mucho de parte de sus padres y de sus maestros pero creo que también uno nace y se va formando un carácter científico, quizá algún juguete o artefacto nos ayudara a desarrollarlo con mayor facilidad. Recuerdo que haber tenido un juguete, no recuerdo bien el nombre “Mechanical …” el cual estaba hecho de pequeñas láminas de colores perforadas en sus extremos las cuales atornillabas para formar diferentes vehículos como carros, helicópteros, aviones etc. Entre otros juguetes que estoy seguro que me marcó fueron los coches y aviones armados, lo interesantísimo es saber que todo lleva una metodología precisa, primero desprender los objetos, segundo lijarlos, tercero pintarlos, cuarto pegarlos, quito retoques, sexto pegar estampas. Es verdad que esto me sirvió de manera fundamental en la planeación de hacer maquetas, ya que soy arquitecto, y a decir verdad creo que era mejor que muchos de mis compañeros, quizá y me tardaba más, pues mientras ellos ya estaban muy adelantados en sus maquetas yo todavía seguía pensando la mejor manera de hacerla sin tener desperdicios o juntas visibles o bien que sea muy difícil de pegar puesto que ya tiene techo etc.

No hay que menospreciar esos incentivos de conocimiento que de niños pueden marcar tanto como para nunca olvidarse de el sentimiento que se sentía tan profundo a la hora de hacer creaciones con cualquiera que sea el juguete. Todo estas relaciones y recuerdos mentales que tenemos se los debemos al ingenio de algunas personas, como los inventores del LEGO, de los cuales participan diseñadores, pedagogos, sociólogos etc. Y por eso es tan interesante como unos simples bloques de colores requieren de un proceso multidisciplinarlo para su éxito.

En las lecturas hemos visto diferentes puntos de inicio de nuestra posible educación científica, por un lado desde la certeza de nuestros padres en inculcarnos o mínimo presentarnos algo relacionado al ámbito científico, los maestros que nos pueden ir incentivando la visión científica, y en este caso creo yo que es uno mismo ese motor de entusiasmo y emoción que sentíamos y que hasta hoy en día recordamos de jugar con objetos y/o juguetes que promuevan lo ya antes mencionado.

En relación a la lectura anterior de no hay preguntas estúpidas, creo que en el caso particular del LEGO las preguntas que teníamos como: ¿cómo se verá si pongo todos los bloques azules de un lado y los amarillos del otro? Nos las formulábamos en nuestras cabezas y lo interesante es que las hacíamos a nosotros mismos y lo mejor de todo es que nosotros también los las contestábamos mediante la prueba y error, fuimos tomando gustos a unas formas más que a otras, nos inculcábamos conocimiento.

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