martes, 23 de marzo de 2010

Lectura 3. El mundo y sus demonios

CHÁVEZ RAMOS CAROLINA
23 marzo 2010
El mundo y sus demonios. Capítulo 19, No hay preguntas estúpidas

Al principio del texto se menciona que cuando no cambia la preparación durante inmensos períodos de tiempo, las tradiciones pasan intactas a la generación siguiente. Pero cuando lo que se debe de aprender cambia de prisa, se hace mucho más difícil saber qué enseñar y cómo enseñarlo, y eso es justamente lo que se vive en la actualidad. La información se está renovando constantemente y los paradigmas previamente planteados se van sustituyendo por nuevos paradigmas a una velocidad impresionante.

“…En un mundo de transición, estudiantes y profesores necesitan enseñarse a sí mismos una habilidad esencial: aprender a aprender…”

El autor menciona que a excepción de los niños que no conocen lo suficiente del mundo como para dejar de hacer preguntas importantes, la mayoría de los adultos dejamos de cuestionar las cosas que ocurren a nuestro alrededor; nos conformamos con las respuestas que tuvimos que memorizar durante la escuela primaria y secundaria. Pero son pocas las veces que cuestionamos estas respuestas y en lugar de buscar respuestas en nuestros maestros, nos quedamos callados por miedo a realizar “preguntas estúpidas” y sentirnos avergonzados ante nuestros compañeros de clase. La sociedad nos ha ido educando de tal forma que sólo es importante “socialmente” destacar en ciertas disciplinas, en las que resultan en beneficios materiales (autos, propiedades, status social), específicamente en las relacionadas con el dinero, negocios y política. Y dejamos a un lado las relacionadas con la ciencia, viendo a los estudiantes con inclinación hacia estos estudios como personas introvertidas y desadaptadas socialmente.

Tanto las familias como las instituciones educativas son las culpables de formar a niños y adolescentes cada vez menos críticos y analíticos. En las escuelas se está dejando de un lado la enseñanza de las ciencias exactas por la enseñanza en temas sociales y morales que actualmente afectan a nuestra sociedad; la violencia, el uso de las drogas, las enfermedades de transmisión sexual, etc. Y dentro de la mayoría de los hogares no se promueve un ambiente de cuestionamiento constante acerca del mundo en el que vivimos, probablemente esto se deba a que los padres no quieren parecer ignorantes frente a sus hijos ante preguntas básicas que todos nos hacemos durante nuestras vidas, pero el hecho de adquirir una actitud de enojo o desaprobación hacia los hijos cuando realizan este tipo de preguntas resulta en un niño que va desarrollando un miedo hacia el planteamiento de este tipo de preguntas y se dedica a memorizar los hechos que son planteados como irrefutables por los padres o maestros.

En el texto se da el ejemplo del pésimo desempeño que tienen los Estados Unidos en las competencias mundiales en temas de álgebra, química y física entre otros. Gran parte de esta deficiencia se debe a que no se le da el apoyo que se debe a la promoción de la ciencia entre todo el pueblo americano, es más importante dar recursos destinados a la guerra que fomentar la creación de laboratorios científicos en las escuelas o exposiciones científicas para el público en general.

Si se utilizará un lenguaje entendible para todos se romperían muchas barreras de ignorancia acerca de la ciencia y cada vez mayor número de personas dejarían de adjudicarle a Dios el por qué de nuestra existencia y comenzarían a aceptar el principio de la evolución humana.


Sagan, Carl (1997). El mundo y sus demonios. Barcelona: Planeta. Pág 347

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