Entrevistas a Horacio Durán, pionero del diseño.

URRIETA ROSALES MAYRA THELMA
19 DE MAYO DE 2010
Entrevistas a Horacio Durán, pionero del diseño.
Antes de iniciar con el reporte de evidencias aprendidas derivado de las entrevistas Horacio Duran, quisiera empezar estableciendo algunas acepciones que él menciona y que considero particularmente interesantes: por ejemplo: define “arte” como una buena factura de formas de expresión del sentimiento; concepto que se me hace el mas digerible de todos los conceptos de arte. También menciona que el diseño es síntesis y creación; aquí únicamente añadiría yo, ergonomía (diseño=ergonomía-síntesis-creación). Y finalmente, Horacio especifica que hay que para crear, hay que considerar aspectos formales más que estructurales; formales en el sentido de que adquieren “forma”, que se forman como los artistas…
Desde joven buscó la libertad para elegir el camino de su profesión y las experiencias en que se quiso involucrar para transformar su medio y colaborar en el surgimiento de una nueva profesión que hoy es el Diseño Industrial.
Por lo tanto, Horacio Duran es considerado como el pionero del diseño industrial en México, siendo lo mas sorprendente, que no cuenta con una educación de academia relacionada al diseño, arte o arquitectura; prácticamente su evolución fue empírica; siempre estaba haciendo algo creativo. Por circunstancias ajenas a él, vivió con su tía Amalia Hernández y ella consiguió, que entrara a la Universidad de Chapingo. Como tenía internado y no costaba, era una buena opción para educarse; ahí estudio ingeniería alimentaria.
Después de Chapingo, Horacio se dedicó a lo que le gustaba, siempre quiso ser arquitecto. También incursionó en el área de la escenografía, puntura, diseño de interiores y mobiliario. De acuerdo con las circunstancias de su época, a Horacio le tocó jugar el papel de pionero en el diseño industrial, ya que en México sólo existía un pequeño grupo de profesionales en arquitectura y artes plásticas. Es por eso que Horacio empieza a desarrollar la idea de una escuela de diseño; y una vez teniendo ya un programa educativo establecido, consigue una entrevista con Javier Barros, rector de la UNAM; quien al escuchar su idea de instituir una escuela nacional de diseño, le manifiesta a Horacio los problemas administrativos, económicos, académicos, etc., que esa nueva institución puede traer consigo; sin embargo, Barros manifiesta que mejor de haga esta nueva escuela con alguna otra… De ahí surge el pensamiento de que fuera con la Arquitectura, y por que no si todas las escuelas de diseño habían nacido de la arquitectura.
Así pues, Horacio se dirigió a la Facultad de Arquitectura. Mientras tanto, su trabajo no paraba, empezó a diseñar mobiliario; él y Clara Porset, dieron inicio al mueble contemporáneo mexicano. Su gusto por aprender de la vida lo llevó a buscar los fundamentos de su quehacer profesional y a ser un experto en la teoría del diseño, que supo aplicar tanto en la práctica de sus proyectos, como en su proyecto de vida: la enseñanza del diseño.
Para 1957 ya se tenía el plan de estudios de diseño industrial, pero en 1968 se suscito el ya conocido “movimiento del 68” y por un año estuvieron suspendidas las actividades en la UNAM. Ya para 1959 se iniciaron los primeros cursos de diseño industrial, todavía a nivel técnico, en la Universidad Iberoamericana; a Horacio, por ser el único con experiencia en diseño, se le pidió ser el profesor de los cursos sobre taller y teoría del diseño. Pocos años después se integró a dar clases a la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el primer plan de estudios, Durán supo construir una combinación de conocimientos y habilidades surgidos de la tecnología, pero también de las humanidades, pues implantó una línea de cursos paralela a la de los talleres de diseño, a través de toda la carrera.
Horacio recibió la distinción de profesor emérito de la unam. Se denomina emérito a aquella persona que por sus buenos servicios en una profesión, especialmente docente universitaria o eclesiástica, se ha retirado del cargo que ocupaba, disfrutando de beneficios derivados del mismo.

Sin embargo, hubo antes una gran discusión y debates, para darle el nombramiento, ya que se tenía el hecho de que Durán no tenía estudios universitarios, frente a prácticamente todos los nuevos eméritos contaban con grado de doctor y otros altos estudios. No obstante, sus logros académicos y el alto reconocimiento de la comunidad de los diseñadores y arquitectos le dieron el lugar que le correspondía. Un perfil como el suyo subsanaba la ausencia de los altos grados académicos, se estaba presentando a un hombre digno del más alto reconocimiento al profesor universitario. La Universidad mostró una generosidad valorando que los méritos no sólo residen en los estudios que realiza un universitario, sino también en una labor extraordinaria y en relación con su comunidad.