jueves, 6 de mayo de 2010

El arte de hacer investigacion

HERNANDEZ ROMERO YISSEL
6– Mayo – 2010

El arte de hacer investigación
Para Christiane D. Pasqualine la decisión de hacer investigación va más allá de una simple elección de profesión, pues la considera una forma de vida, para la cual hay que tener vocación. Del grado de esta última dependerá que tanto nos abandonemos a los caminos de la ciencia, permitiendo que estos guíen nuestro destino y nos conecten con gente nueva –obviamente relacionada con la disciplina. De igual forma, la autora habla de elementos determinantes en el descubrimiento (o florecimiento) de la vocación: los ambientes académico y familiar; y la suerte.

Coincido en la importancia de inculcar una actitud inquisitiva y crítica desde la niñez tanto en la escuela y como en el hogar sin embargo esto no será nada sin el factor de la suerte. Esta última es una actitud de acción hacia las oportunidades que se presentan en la vida, pero hay que reconocer que no ha todos se les presentan ni se les facilita la toma de decisiones – ya sea por economía, familia, sociedad, salud, entre otros. Sin ir más lejos, basta comparar la cantidad de estudiantes con vocación o interés científico en países desarrollados contra los números del resto; en los primeros la condición social no determina el futuro, al contrario del tercer mundo donde las posibilidades para dejar de ser pobre y convertirse en un académico de éxito son prácticamente nulas. Tal vez haya casos
excepcionales, pero son los menos.

Por otro lado, me causa un poco de conflicto la idea de “consagrar” la vida a la ciencia, el llamado full time; pues creo que a la larga esto resulta contraproducente no solo en el sentido social y familiar sino también en el desempeño profesional. Se habla mucho de las cualidades que debe tener el aspirante a científico, entre ellas, la curiosidad y la mente abierta. Sin lugar a dudas, enfocarse a una sola actividad lo vuelve a uno experto en un área pero ignorante en muchos otros aspectos. En el caso del diseño es crucial el tener una amplia experiencia en todos los campos, pues la solución de un problema puede dar pie a la estrategia que requiera la solución de otro. La investigación en esta disciplina tiene que ir a la par de la práctica profesional, pues de otra forma, se generaran conocimientos valiosos pero sin oportunidad de aplicación.

Un aspecto que me parece importante de la educación en los países desarrollados es la oportunidad de estudiar directamente –si se demuestran las habilidades y conocimientos- el doctorado al contrario de México donde el requisito inamovible es cursar primeramente estudios de maestría. Esto de alguna manera, deja a muchos en el camino, debido a cuestiones económicas principalmente, pues muchas veces las necesidades sobrepasan el apoyo otorgado por las becas. Con esto, no soy de la opinión de que los montos sean mayores –pues sería catastrófico para el sistema- más bien, el dosificar los estudios de forma tal que permitan laborar en otros espacios (lo cual fortalecería el punto anterior de la experiencia en ramos diferentes).

La investigación no puede ser definida en términos de la experiencia personal de algunos, pues las historias y necesidades son únicas. Los métodos y estrategias no son recetas para seguirse al pie de la letra, cada quien debe ser conciente de sus virtudes y defectos para sacar el mejor provecho de ellas. Lo que aplica para las ciencias duras no tiene que ser funcional para las humanidades o viceversa, aunque bien pueden complementarse. El arte de la investigación –para mi- consiste precisamente en esta habilidad, tener el tacto de saber donde y como aplicar los conocimientos y obviamente el para que. (2992 caracteres)

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