jueves, 6 de mayo de 2010

LECTURA 9 *** Gaytán Leticia

GAYTÁN LÓPEZ LETICIA
6 de Mayo de 2010
Experiencia de una investigadora clínica

En esta ocasión el artículo asignado, nuevamente retoma elementos anteriormente discutidos en clase. ¿Cómo se forja un investigador? ¿De donde provienen los estímulos que causan la vocación de un investigador de alto nivel? En clase ya hemos comentado que la parte que aporta el “bagage” cultural proporcionado por el ambiente familiar, puede llegar a ser importante pero no determinante. La autora, proporciona una clara explicación acerca de su trayectoria dentro de la investigación clínica. Lo cual siempre es enriquecedor, en el sentido de que es importante también, “empaparse” de experiencias de otros colegas sobre todo si representan ejemplos de perseverancia y éxito, dentro del satisfactorio pero espinoso camino de la investigación. A través de la lectura, una cosa me queda muy clara, la autora se siente muy satisfecha y orgullosa acerca de su desempeño dentro de la actividad científica. Eso como el punto anterior debe brindarnos ánimos y deseos de emular ciertos patrones de comportamiento respecto a la obtención de metas profesionales. En este caso, la investigadora, apunta la edad como un factor importante para alcanzar un óptimo desempeño dentro de la labor de investigación, en ese punto debo aclarar, que me encuentro en desacuerdo con ella, la edad puede, a primera vista parecer una ventaja o desventaja, según se quiera apreciar, pero, en mi opinión, no representa ninguna trascendencia. Igualmente puedes tener mayor edad que tus colegas pero puedes ser más competitivo o tener mayor experiencia dentro del ámbito de estudio según sea el caso. Además de que estoy convencida que la experiencia que otorga nuestro paso por este mundo (nuestra vida en general); que se va “ganando” con lo años no tiene ninguna comparación con la experiencia que te dan los libros o el conocimiento que aporta los elementos académicos. A veces la edad o la experiencia vivida te dan mayor oportunidad de discernir más ampliamente y de manera objetiva entre dos cuestiones cualesquiera que sean, ya sea de la vida diaria o de alguna cuestión que tenga que ver con el quehacer científico. También puede que te de mayor oportunidad de reflexionar acerca del proceder antes de llevarlo a cabo. Aunque claro, me parece importante mencionar que el punto anterior, no considero que sea un absoluto. La situación puede darse de manera totalmente contraria, que alguna científica de menor edad, tenga mayor capacidad de análisis entre una cuestión y otra. Considero que esta lectura debe apreciarse desde el punto de vista de la autora, como un ejemplo de lo que significa la experiencia como investigadora de una mujer, que al parecer, logro alcanzar sus metas en el plano profesional. De igual manera, considero importante destacar el papel que juegan los mentores en la vida de los académicos en formación. Eso en mi experiencia, es un elemento, que puede llegar a ser incluso, decisivo en cuanto al camino de investigación que se elija, encontrar a un mentor que tenga una perspectiva similar a la tuya y que compartan un camino, de manera que la forma de hacer las cosas lleguen a orquestarse, además de ser enriquecedor, proporciona algo muy especial y valioso: inspiración.

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