PINEDO DEL BARRIO MARIANA.
Jueves 6 de mayo del 2010.
EL ARTE DE HACER INVESTIGACIÓN: Una Visión Personal – Christiane Dosne Pasqualini
Jueves 6 de mayo del 2010.
EL ARTE DE HACER INVESTIGACIÓN: Una Visión Personal – Christiane Dosne Pasqualini
Es curioso el dato que se proporciona de que menos del 1% de los estudiantes tienen capacidad para hacer investigación y menos de la mitad de ese porcentaje lo logra, lo cual nos deja entre ver lo selecto que es el mundo de la investigación, por lo mismo no hay que tomarlo como un juego, más bien todo lo contrario, es un trabajo serio, que necesita gente apasionada, paciente y con mucha visión para poder realizarlo.
La visión que se nos muestra en esta lectura, como bien dice la autora, es una visión personal de cómo logró ser investigadora, y cuáles fueron sus motivaciones particulares; ella empieza diciendo que hacer investigación es como aprender un nuevo idioma de la mano de un director, esto es algo muy importante, el poner en práctica la investigación a través de la guía de alguien que en algún momento ya entró en ese mundo, que te da un mapa de cómo puedes hacerle para encaminarte pero que te termina dejando ir solo por ese sendero; es cierto que en muchos casos estos primeros acercamientos a la investigación es lo que hacen que muchos sigan por ese camino o de plano mejor se dediquen a otra cosa, es donde nace el interés y la pasión que son fundamentales para quienes se dedican a esto.
Otro tema que me llama la atención en la lectura es “la creatividad de la juventud” y no creo que realmente una persona más joven sea más creativa, lo que pasa es que una persona joven es alguien que no ha estado metido antes en el sistemático día a día de la investigación y que por lo tanto, tiene una visión distinta de las cosas por lo que muchas veces puede ver cosas que se escapan a los ojos del método; por lo que me pongo a pensar que tal vez deberíamos de intentar que nuestro pensamiento no se volviera tan cuadrado y metódico; tal vez es complicado una vez metido en este mundo, incluso poco probable, pero podríamos al menos intentarlo.
El selecto grupo de investigadores son los que hacen gran parte de los descubrimientos, pero es importante que el 99% restante no deje de observar en ningún momento, que ponga atención al mundo que los rodea, que no dejen de preguntarse, que tengan curiosidad, porque muchas veces en el día a día las personas se olvidan de hacer esto y se realizan las actividades de manera automática, casi sin pensar en lo que se está haciendo, pero cuando te sientas un momento a pensar las cosas, a tratar de encontrar una manera más sencilla o a ver cómo es el proceso, se llegan a conclusiones que podríamos catalogar como pequeños descubrimientos y que también son importantes en la generación y acumulación de conocimiento.
En conclusión, hay pocas personas que dedican su vida a investigar, que siguen este sendero de la generación de conocimiento, pero todos tenemos la responsabilidad de nunca dejar de ver el mundo, de siempre estar atentos, de descubrir cosas nuevas, de abrir bien los ojos para que al menos desde nuestro lugar, siempre busquemos dejarle algo valioso al mundo y sacar el investigador que todos llevamos dentro.
La visión que se nos muestra en esta lectura, como bien dice la autora, es una visión personal de cómo logró ser investigadora, y cuáles fueron sus motivaciones particulares; ella empieza diciendo que hacer investigación es como aprender un nuevo idioma de la mano de un director, esto es algo muy importante, el poner en práctica la investigación a través de la guía de alguien que en algún momento ya entró en ese mundo, que te da un mapa de cómo puedes hacerle para encaminarte pero que te termina dejando ir solo por ese sendero; es cierto que en muchos casos estos primeros acercamientos a la investigación es lo que hacen que muchos sigan por ese camino o de plano mejor se dediquen a otra cosa, es donde nace el interés y la pasión que son fundamentales para quienes se dedican a esto.
Otro tema que me llama la atención en la lectura es “la creatividad de la juventud” y no creo que realmente una persona más joven sea más creativa, lo que pasa es que una persona joven es alguien que no ha estado metido antes en el sistemático día a día de la investigación y que por lo tanto, tiene una visión distinta de las cosas por lo que muchas veces puede ver cosas que se escapan a los ojos del método; por lo que me pongo a pensar que tal vez deberíamos de intentar que nuestro pensamiento no se volviera tan cuadrado y metódico; tal vez es complicado una vez metido en este mundo, incluso poco probable, pero podríamos al menos intentarlo.
El selecto grupo de investigadores son los que hacen gran parte de los descubrimientos, pero es importante que el 99% restante no deje de observar en ningún momento, que ponga atención al mundo que los rodea, que no dejen de preguntarse, que tengan curiosidad, porque muchas veces en el día a día las personas se olvidan de hacer esto y se realizan las actividades de manera automática, casi sin pensar en lo que se está haciendo, pero cuando te sientas un momento a pensar las cosas, a tratar de encontrar una manera más sencilla o a ver cómo es el proceso, se llegan a conclusiones que podríamos catalogar como pequeños descubrimientos y que también son importantes en la generación y acumulación de conocimiento.
En conclusión, hay pocas personas que dedican su vida a investigar, que siguen este sendero de la generación de conocimiento, pero todos tenemos la responsabilidad de nunca dejar de ver el mundo, de siempre estar atentos, de descubrir cosas nuevas, de abrir bien los ojos para que al menos desde nuestro lugar, siempre busquemos dejarle algo valioso al mundo y sacar el investigador que todos llevamos dentro.
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