jueves, 29 de abril de 2010

GONZÁLEZ BÁRCENAS JAIME
29 abril del 2010
“Ciencias y Humanidades ¿Mundos separados?, ¿Cómo ves? Loza Trejo, Leticia
Lectura 8

“Las dos culturas y la revolución científica” Charles Percy Snow, 7 de mayo de 1959, controversia que aún no se ha apagado. Abismo de incomprensión mutua entre científicos y humanistas.


Participé en un proyecto promovido por el INAH para mejorar la señalización de sitios arqueológicos. El programa incluyó visitas a algunas locaciones. Yo fui al norte, cerca de Monterrey a un espacio donde se resguardan petroglifos. Las culturas del norte más bien nómadas no produjeron arquitectura monumental, pero, aunque estereotipados como salvajes, desarrollaron una cultura apropiada para su estilo de vida y las duras condiciones climáticas de la región.
En el sitio unos modestos cerros, que no montañas, con gran cantidad de rocas desperdigadas por doquier. Después de una momentánea confusión, los ojos se acostumbran y descubren las intervenciones en las rocas: signos elementales, conjuros mágicos. Volveré después a lo mágico.
La entrada es una simple reja metálica, y frecuentemente permanece entrecerrada, así lo supimos y así la encontramos cuando llegamos acompañados del arqueólogo responsable del sitio.
De esa visita elabore un pequeño reporte. Iniciaba en el camino, un poco antes de la entrada, y relataba como los señalamientos eran escasos y las dificultades que esto implicaba para ubicar la plaza. El relato rápidamente desembocaba en la puerta de acceso “entrecerrada”, e incluía “mis impresiones”, porque como diseñador quería ejemplificar el tipo de “lectura-respuesta-lógico-emotiva” que podría surgir en cualquier visitante o persona promedio.
Cuando el reporte llegó a las manos de un otro arqueólogo, su reacción fue directa y reveladora: incomodo, señaló que “mis impresiones” no importaban, lo valiosos serían los hechos. Hechos no interpretaciones.

Si recordamos a la Ciencia la precedió la Magia, y para sorpresa de no pocos, mucha veces compartieron la misma sustancia:
“Pitágoras y Euclides creían que el ojo emitía un haz de rayos que chocaban con los objetos; como el ciego avanza extendiendo el bastón, así el ojo que ve percibe la realidad tocándola con sus rayos, que después vuelven al interior del ojo y lo informan. Demócrito creía que de las cosas se separaban imágenes inmateriales que entraban en la pupila; para Lucrecio en cambio eran minúsculos fragmentos de materia, que él llamaba átomos (y nosotros fotones). Para Platón había rayos que partían del ojo y rayos que partían del Sol; al reflejarse en los objetos se encontraban y volvían al ojo” (p.140)

La ciencia tiene sus motivos. Sus motivos son pertinentes. Considera indispensable la comprobación, “elemento crucial y decisorio”, como base de la veracidad del conocimiento. Si no puede probarse no puede considerarse científico. Si no puede medirse las posibilidades de comprobar disminuyen. Pero las cosas existen aún cuando no se puedan explicar. Lo cualitativo es difícil de cuantificar. Aunque esto último esta empezando a cambiar…

La ciencia tiene muchas razones para huir de las suposiciones. Quiere construir con solidez una fortaleza de verdades. Elemental mi querido… las aseveraciones falsas pueden pasar por verdaderas si no se exige su comprobación, y ese es un gran problema. Para la arqueología es prioritario registrar los “hechos” y evitar cualquier “interpretación”…pero en la intimidad, cuando su corazón late… (supongo) interpretan.

“…Newton, que descubrió la refracción del espectro, estableció que los colores fundamentales son siete, no porque viera realmente siete, sino porque el siete era el número clave de la armonía del cosmos (las siete notas musicales, etc.) y además se fiaba de un ayudante dotado de un ojo tan selectivo que conseguía distinguir entre el azul y el violeta un color independiente: el índigo, bellísimo nombre pero color que nunca ha existido” (p.140)
“Pierantoni reconoce en cada modelo unas constantes "míticas" y el hilo conductor de su libro es justamente el desvelamiento de estos "mitos" de los cuales se nutre nuestra conciencia, que impiden comprender la realidad de los procesos naturales aun cuando se disponga de todos los datos necesarios. Este enfoque "mitológico" de la historia de la ciencia y de la cultura me parece el más justo y necesario” Ítalo Calvino (p.144)
Verdades y mitos. Constatar y suponer. Medir e impresionarse. Razón y emoción. Cuantitativo y cualitativo. Binomios todos que alimentan el fuego de la discusión. A mi no me inquieta, lo pienso estimulante y a veces divertido.

¿Dónde se sitúa el diseño?

Nota: Las citas proceden del Libro de Ítalo Calvino, 1980 “Colección de arena” Siruela, Madrid reedición en 1998.

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